Un par de textos viejísimos, los escribí en 2003. Creo que fue en marzo de ese año, me gustaba el ciclismo y salía "rodar" con Guicho. Fuimos a los Humeros, un lugar impresionantemente chingón, está en el valle de Perote. Ahí hay unas subidas sobre unos 3 mil metros de altura que te hacen decir -como dice guicho- "y yo qué hago aquí!!". Para no hacer el cuento largo, cuando íbamos bajando me rompí la madre en una curva. Se me partió en 2 el fémur de la pierna izquierda y tuve que pasar 3 meses en cama.
Entonces vi películas como nunca y escribí cuentos. La mayoría de ellos los perdí. El hombre del coche rojo, El jardinero elegante y El mero día, son algunos de los que sobrevivieron.
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8 comentarios:
"Todos es real, como el cuento en la memoria, redondo y perfecto, pero que sólo escrito será cuento verdadero"
el Scherer
Nada más que mi admirancia por uno de mis escritores favoritos. Asu!!!
Hey!!
Y esa historia?
solamente falta la dirección del parque, hehehe.
Ahh que Margarita tan mal hablada!!
Pues mira, hasta a las mujeres de alcurnia les sale el lépero que todos llevamos dentro, jeje. Saludos don RC.
jajajajaja cadera de plastico!!
Rodriiii amor mio (para meter un poco de caos asi en tu vida), como te decía me gustan mucho estos cuentos que escribiste tras tu caída, pero me gusta aun mas el coche rojo, a ver si sacas un nuevo coche rojo y contratas a tus amigos como extras. Sería un detalle, claro. Sigue escribiendo asi, no soy lo suficiente fiel como debería a tu blog pero mola molt! Escribe un cuento sobre Barcelona en plan la Sombra del Viento pero pequeño! Hehee, besoss
Y yo, pues soy la madre que se rompió Rodrigo una tarde en los Humeros. Que ésta no ha sido la primera para que quede claro a tus lectores...y madre todavía te queda bastante!
Tu madre.
tssss me torció la jefa en el ciberespacio...
Es que es "la Jefa Destructora" jajaja.... y suuuper chipocluda... por supuesto...(acomodandole)
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